domingo, 7 de noviembre de 2010

Para la república, un saldo muy negativo

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Me temo que la muerte de Néstor Kirchner, como tantos episodios dramáticos de la historia argentina, no dejará ningún aprendizaje positivo para el sistema democrático. Tal hipótesis se ve confirmada por la cobertura y las declaraciones de la mayor parte de la clase política, que pareció ignorar todo lo que había pasado hasta ese día y no se enfocó sobre aquellas lecciones que podríamos tomar de este evento.

Al despertarme y ver en todos los canales la noticia de su muerte, lo primero que pensé fue en la increíble ambición por el poder político del tipo. Ahora se hizo claro que conocía perfectamente su situación de debilidad física, y aún así sólo podía pensar en seguir acumulando poder: como diputado (a pesar de haber pisado el Congreso una sola vez), como presidente del PJ, como Secretario General de UNASUR, y su cargo más importante, como el Ministro de Economía en las sombras que siempre ejerció durante el gobierno de su esposa. Que un hombre claramente enfermo buscara concentrar tanto poder en su persona habla de lo poco que podía importarle el destino del país mientras su fortuna política fuera en aumento. Esta última frase podría sintetizar uno de sus principales defectos, que los medios en los últimos días trataron de disfrazar de virtud, inventando adjetivos como 'animal político' -como si centralizar el poder a expensas de las instituciones fuera algo elogiable- o hablando de la misma manera jocosa y simpática sobre su poca capacidad para el consenso. 

Creo que para la mayoría de quienes me leen, no hace falta desmitificar la imagen construida sobre Kirchner durante los días posteriores a su muerte, como si se tratara de un gran estadista. Duhalde sacó del bolillero su nombre, cuando le podría haber tocado a cualquier otro gobernador. Atravesó el mejor momento de los precios internacionales de las commodities argentinas de la historia, y el ajuste fiscal ya había sido hecho -de la peor manera- por el presidente anterior. A partir de ahí, logró exportar su modelo de caudillismo autoritario creado en Santa Cruz, al resto del país. Sobre lo que pasó después, este es un excelente resumen de su legado.

Merece también un llamado de atención el pésimo escrutinio de los medios sobre su salud. No se trataba solamente del esposo de Cristina Kirchner, hablamos de un candidato presidencial para el 2011, que hasta el mismo 27 de Octubre se creía que tenía grandes posibilidades de volver a ganar. Imaginemos por un momento que Dick Cheney, ex vicepresidente de EEUU, hubiera decidido ser candidato presidencial en 2008, habiendo tenido un largo historial de problemas cardíacos. Lo más probable es que la prensa hubiera destrozado sus intenciones de presentarse, hablando de la grave irresponsabilidad para un líder que debe cumplir un mandato de cuatro años y no está en condiciones de sostener el ritmo de vida que la presidencia requiere. Pero sería una broma de mal gusto pedirle a los amigos del poder de turno que viven como parásitos de la pauta oficial y el capitalismo de amigos, que realicen el escrutinio que corresponde al principal candidato presidencial del próximo año. En algunos países es necesario que los candidatos presenten su historial médico completo para ser revisado minuciosamente por la prensa. Acá teníamos que darnos por satisfechos si la Revista Noticias lograba enterarse de algún rumor escuchado en un pasillo de Los Arcos. La única honrosa excepción la merece Nelson Castro, quien había advertido sobre esto meses atrás, recibiendo el típico maltrato de los despreciables lameculos de siempre.

Un último pensamiento: me llamó la atención que la mayoría de los que circularon por todos los canales llorando a Kirchner no lamentaban su pérdida a nivel afectivo, no lloraban la pérdida de un padre, un esposo o un amigo. Lloraban la desaparición de quien había llevado a cabo su agenda de resentimiento y revanchismo. Florencia Peña dijo "quiero creer que su muerte va a servir para algo" como si su líder no valiera tanto como ser humano en si mismo sino como medio para lograr los fines políticos que ciertos sectores siempre tuvieron, y que Kirchner llevó a la práctica estos años como nunca antes. Se dijo muchas veces que el kirchnerismo se aprovechaba de ciertas causas para dividir a la sociedad, pero quizás esas causas también se aprovecharon bastante de él. Los creyentes en las grandes teorías conspiranoicas, los que creen que las prioridades del país se definen unilateralmente por la persecución a distintos sectores sociales y productivos, los que viven de mitos económicos desgastados en el resto del mundo, encontraron en él un interlocutor como pocas veces tuvieron en la historia del país. Es eso lo que lamentan, principalmente. 

Seamos sinceros, lo que vimos en estos días no fueron muestras de sufrimiento por la pérdida de un hombre, sino expresiones de deseo sobre la continuidad de un proyecto político. Creo que eso lo dice todo. El hombre que utilizó a la política como medio para alcanzar cualquier fin, sea multiplicar astronómicamente su patrimonio, o acumular más poder, terminará siendo utilizado después de su muerte como un ícono de la primitiva izquierda nacional. Triste destino nos espera con semejante legado.

7 comentarios:

Matias dijo...

Nadie puede llorar su perdida como lider por que nunca fue carismatico.
En lo referente a los medios de comunicacion somos y siempre seremos una sociedad necrofila, eso sumado al oportunismo de los medios es la convinacion perfecta para la beatificacion laica de Kirchner.
Sobre su irresponsabilida dos palabras:ERA PERONISTA.
La misma respuesta para el uso politico que le da su esposa y su hijito el creador de La campora"version de izquierda de las SS".
Espero que ahora escriban de manera regular y no cada dos meses.
Saludos desde Jauregui.

Ayn Rand dijo...

Hola Matías, Tenés algún correo para que nos contactemos?? los que escribimos en el blog somos de Luján. Estamos cerquita. Saludos!

Anónimo dijo...

Muy buen post, y es una lectura similar a la que hice yo. Definitivamente no se llora o respeta al hombre, sino a la dependencia política por él creada y su posible debilidad al perder la figura que la enbanderaba.

Concuerdo con vos en las apreciaciones finales, porque ahora el público les va a dar changuí por ese hecho. Por algo la imagen positiva de Cristina saltó del 20 al 60%, sin haber hecho absolutamente nada. Y todavía quedan elecciones cercanas...

Saludos
PLPLE

TodosGarcas dijo...

Sí, yo diría que lo que vivimos fue un acto político, el show de la ambición por sobre la vida y la muerte. Si ellos no respetaron a su muerto más emblemático, no pueden reprocharle nada al resto. Muy Bueno!


PD: Che, yo tmambién estoy cerca de Luján eh! Avisen.

Flavio dijo...

Lo mas insolito de todo es el panquequismo postmortem de unos cuantos politicos y periodistas "opositores" , como si la muerte o la despedida emotiva de sus seguidores significaran un hecho politico en si mismo...

CeGeTeANDO dijo...

http://cegeteando.blogspot.com/

relojes al por mayor dijo...

es la primera vez que entro a tu blog, me parecio muy interesante, sobretodo por el nombre que tiene, que fuciona, dos iconos de algo tan opuesto, la plaza roja icono del comunismo y por otro lado la cadena de comidas mc donalds, icono del capitalismo, un saludo