viernes, 14 de diciembre de 2007

C&C - Cristina y Chávez... Una alianza poco feliz

Compartir
Creo que es hora de desprenderse al menos un poco de todo lo que viene colmando el vaso de ideas que se llenó hasta ahora. Hablo de desprenderse o mas concretamente de “vaciar el vaso” porque, en primer lugar, no escribimos hace MESES y la cuestión está que explota con tanta cosa nueva (y no tan nueva), segundo lugar y el más relevante, si no escribimos estamos dejando de lado eso tan importante que caracteriza al ámbito de la política, las opiniones encontradas. Pasó bastante agua bajo el puente en todo este tiempo, agua bastante turbia para mi gusto, pero agua al fin.
Creo que es un buen momento para reflexionar, no es poca cosa la asunción de la nueva presidenta, aunque la presidenta en si, no sea gran cosa…(tema aparte)
Mi gran preocupación ya no es quien ganará las elecciones de octubre, mi preocupación tampoco reside en saber si habrá ballotage, y menos aún que traten de gorilas represores a figuras políticas que defienden el legitimo valor de la libertad; estos últimos son temas agotados en la agenda de la dinastía pingüina. Ahora lo que más me inquieta, y con mucha razón, es mi futuro como ciudadana y peor aún, me preocupa el futuro democrático del país. Sé que aún no estoy siendo concreta, aunque la precisión de mi postura es lo que pretendo resaltar en este articulo. Más de uno tiene contacto con algún medio de comunicación diario, y no hace falta que yo sea quien diga que los medios están minados de noticias internacionales… tampoco haría falta que especifique el lugar de origen de las noticias aunque lo voy a hacer, hablo de la propaganda CHAVISTA y el país, obviamente, VENEZUELA, o como se llame ahora, no interesa…
Hugo Chávez se ha ganado el odio de muchos defensores de la democracia moderna, por lo tanto también se ha ganado mi odio. En este último año ha sido el protagonista de las mayores disputas y los peores abusos de poder, de los que puede hacer uso un funcionario de su importancia. Atrás han quedado esos primitivos usos del idioma inglés, en donde acusaba de animal y peligroso a Bush, o sus discursos financiados con los impuestos de contribuyentes argentinos, en argentina claro. La situación ha potenciado su gravedad, y Chávez se ha convertido en un tema de estado tanto para el ex primer mandatario argentino, como para su señora esposa (Presidenta electa), Cristina Kirchner, y digo Kirchner, porque la señora sí es portadora de apellido, mal que le pese, quien se merecería un artículo aparte y que ya está en proceso a partir de este momento. La recientemente electa Presidenta de los argentinos, ha asegurado con firmeza y haciendo valer su mano dura, que no dejara que los Estados Unidos la presione en temas de política exterior, sin embargo ratifica que seguirá entablando lazos de amistad con la República Bolivariana de Venezuela. Chávez así, se ha convertido en nuestro principal aliado internacional, y como dijo acertadamente Mauricio Macri, él es “justamente el peor de la clase”. Después de su derrota en el referendo, en donde se debía votar por el sí o por el no a la reforma constitucional propuesta por el primer mandatario Venezolano, que definía su perpetuación en el poder entre otras cosas, las relaciones se han reforzado, en lugar de tomar una postura más crítica. Por un lado, Kirchner (Néstor) acompañó con sus palabras de aliento la derrota en el referendo, tildó de verdadero demócrata a un personaje patético que solamente buscaba establecerse como dictador a lo Castro, e incluso aprovechó la situación para mofarse de la oposición, sin necesidad, como es costumbre. Siguiendo la línea de solidaridad, se han establecido las pautas para la fundación del Banco del Sur, “una estrategia para liberarnos de las cadenas de la dependencia y el subdesarrollo” según Chávez y que tendrá como sede principal a Caracas. Esto no es raro, el proyecto de Chávez no es otro que acaparar todo el territorio amigo posible (Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y Ecuador) bajo una visión ingenua de la pseudodemocracia que tiene como escenario a Venezuela. Chávez no es ni más ni menos que el sucesor de las aspiraciones magnas del comunismo castrense, (camino a la desaparición, por suerte) pero tengamos en cuenta que minimizar el asunto no es una de las vías para enfrentar el problema. El socialismo del siglo XXI parece una estupidez, pero una estupidez a la que más de uno en lo sucesivo, le está agregando pies y cabeza, los mismos defensores de los Derechos Humanos y los luchadores incansables contra los fantasmas dictatoriales que poblaron la argentina (entre otros) en la década del 70, vuelven, pero esta vez para reforzar una dictadura mayor. Está demás decir, que esta vez no vamos a poder echarle la culpa a los Estados Unidos.

Cristina, que te avisen que la campaña terminó....

Compartir
El 10 de Diciembre no fue un día agradable. Ver como se renovaba la farsa del kirchnerismo por cuatro años mas puede sacarle la esperanza a cualquier admirador de los valores republicanos. "El cambio recién empieza" era el eslogan hace unos meses, y recuperar la calidad institucional una de las propuestas, aunque débil y abstracta como sonaba. Hoy sabemos que nada cambia, que continúan los De Vido, Moreno y Fernández, que el Ejecutivo concentra cada vez más poder, y muchos otros ejemplos confirman que lo peor continúa, y quizas se profundice.
Cuando ganó las elecciones, Cristina Kirchner convocó al diálogo, y hablo de no tener rencores. En su discurso de asunción criticó a todos los sectores sociales que pudo, incluso al presidente uruguayo Tabaré Vázquez, a quién había invitado especialmente a su asunción. En su discurso de 53 minutos no se refirió a ningún tema concreto, fue una repetición de los casettes de su campaña, con las típicas frases hechas del "pacto social" y del "modelo de acumulación con inclusión social" expresiones que nadie podría definir realmente, mucho menos los militantes kirchneristas que las usaron.
Mientras tanto, afuera se repetía la escena típica de un acto peronista: las peleas, y la gente traída por punteros que no tenía idea de nada de lo que estaba diciendo la reina en ese momento.
Una mejor relacion con el mundo es algo que la prensa comprada por el poder destaca como diferencia de CK con su marido. Sin embargo, en los pocos días que ejerce su función, ya está demostrando que se mantendrá en sus relaciones carnales con Venezuela y criticará al primer mundo, como está haciendo ahora con el caso de Antonini Wilson.
Lo peor es este proyecto de reelección indefinida informal que inauguran los Kirchner, donde sería completamente legal que se sucedan el uno al otro en la presidencia. Y la falta de alternativas serias en ese momento vuelven a ese proyecto muy probable. El desafío de toda la oposición es muy grande en estos momentos, de dejar atrás los egos y la supuesta "superioridad moral" (gracioso cuando lo dicen los del ARI autónomo) y conformar una fueza capaz de contener estos avances contra la república.

miércoles, 18 de julio de 2007

Una democracia poco seria

Compartir Carezco de ese sentimiento anti-norteamericano que caracteriza a la mayoría de mis compatriotas. Eso me permite observar los aspectos de verdad positivos del país del norte, sin caer en el típico discurso del progresismo tercermundista que pretende oponerse a todo sólo porque proviene de Estados Unidos. Veo a la democracia norteamericana como un modelo de república a imitar, pero parece que todavía somos incapaces de tomar aquellos aspectos de otras naciones que las han hecho salir del subdesarrollo.
En los Estados Unidos, las elecciones están programadas para el mes de noviembre de 2008, y ya desde el año pasado se habla de distintos candidatos a presidente con grandes posibilidades de llegar a la Casa Blanca. Rudy Giuliani, Hillary Clinton y Barack Obama son algunos de ellos. Se realizan elecciones internas, llamadas "primarias" en ambos partidos mayoritarios, Demócrata y Republicano, donde se elige a los dos candidatos que competirán por la presidencia. Los candidatos se renuevan en cada elección. Se realizan debates entre ambos candidatos, con moderador y preguntas hechas por una audiencia tratando diversos temas. Por lo general el partido que detenta el poder encuentra que los representantes de la oposición en el congreso son suficientes como para frenar ciertos proyectos.
En nuestro país, la situación no podría ser más opuesta. Para las presidenciales, hasta hace algunos meses sólo se conocía que el presidente (o su esposa) iban a ser candidatos. Pero ni siquiera ellos se atrevían a ponerse explícitamente en campaña, como si todo estuviera digitado desde arriba, predestinado, y no pudieramos hacer nada para impedir la sucesión del emperador por su esposa. Teniendo en cuenta que el presidente ni siquiera da conferencias de prensa, algo tan usual en los presidentes norteamericanos, entonces es impensable la posibilidad de un debate. Además teniendo en cuenta la arrogancia y la provocación con la que continuamente se maneja el presidente en actos públicos, lo veo muy lejos de ser capaz de manejarse con argumentos y propuestas.
Nuestra oposición genuina -y me refiero a Recrear y ARI, ya que el Partido Justicialista representa más de los mismos principios que gobiernan la Argentina desde hace 50 años- es incapaz de realizar una buena campaña, y al no contar con el mismo aparato clientelista típico del peronismo, que ya se ha convertido en casi necesario para ganar elecciones en este país. Recuerdo en 2003 que los que iban a los actos de Kirchner no tenían que ir a trabajar en su puesto en el Plan Jefes al día siguiente. Y eso es poco decir teniendo en cuenta la clase de clientelismo que existe en las provincias y municipios.
El triunfo de dos fuerzas políticas nuevas en la Ciudad de Buenos Aires y Tierra del Fuego, y la derrota del oficialismo en Misiones me dan un cierto optimismo para pensar que, quizás, las cosas estan cambiando, la gente está cansada de discursos vacíos que jamás han resuelto sus problemas, y vota por lo nuevo, moderno, capaz de reemplazar a los partidos tradicionales que tanto daño le han hecho al país y a la democracia en estos años.
Casualmente o no, siempre que el Partido Justicialista gobernó (en sus distintas variantes) se manejó como si se tratara de un Estado de partido único. La más reciente experiencia de eso se vivió en la elección del 2003, donde el peronismo tuvo tres candidatos, repartiéndose entre ellos la mayor parte de los votos, como si estuvieramos en Cuba, "eligiendo" sólo entre candidatos del Partido Comunista. Pero es la primera vez en la historia que la oposición es casi inexistente, y el candidato que viene después de Cristina Kirchner en intención de voto tiene casi cuarenta puntos menos que ella. Ninguna fuerza política opositora a nivel nacional es capaz de atraer una cantidad decente de votantes, y ya sabemos como terminan las "alianzas" hechas con el único propósito de derrotar a alguien.
Por como se viene desarrollando el clima político hacia Octubre, no tengo esperanzas de que se revierta la situación a nivel provincial y nacional. Tenemos la oportunidad como ciudadanos de elegir (yo lo haré por primera vez) y de hacerlo pensando en construir una democracia seria en nuestro país, de lograr el cambio institucional necesario para salir adelante. Como dijo un gran escritor cubano, no perdamos también el Siglo XXI.

martes, 3 de julio de 2007

¿Pigna "neoliberal"?

Compartir El éxito de la obra de Felipe Pigna tanto en sus libros como en el programa de TV, Algo habrán hecho por la historia argentina, despertó toda suerte de críticas en el ámbito académico, o al menos eso percibimos como estudiantes de una universidad nacional pública. Personalmente no me gusta el discurso construido por este autor, pero las críticas que se le formulan son bastante curiosas en varios sentidos. Siendo liberal, parece que estoy haciendo de abogado del diablo, pero en realidad lo defiendo de un diablo aún peor.
Primero, se acusa a Pigna de hacer una historia "neoliberal", cuando esto es totalmente falso, el autor es abiertamente peronista, acérrimo crítico de Menem y los '90 y defensor de las organizaciones armadas nacionales-"populares" de la década de 1970. ¿Por qué se lo califica de neoliberal entonces? ¿Porque tiene éxito la editorial? ¿Porque el mercado -que somos todos los que compramos- le dice sí a Pigna y no a las obras de otros?. Además creo que en éstos ámbitos usualmente se acostumbra a poner la etiqueta de "neoliberal" a cualquier pensamiento que no encaja dentro del dogma marxista-leninista. Hasta Kirchner y Lula Da Silva son neoliberales para ellos.
Luego, se lo acusa de ser, en su esfuerzo por acercar la historia a un público masivo, un vulgarizador de la misma. Pero recordemos que lo mismo han hecho otros escritores como Jorge Lanata y Pacho O'Donnell, aunque nunca con el éxito obtenido por Pigna. Y recordemos que estos escritores antes nombrados no son precisamente liberales ni mucho menos sino que comparten varias características en cuanto a pensamiento político. (Por ejemplo, la biografía/apología del Che Guevara escrita por O'Donnell) Sin embargo ellos no muestran la misma actitud crítica cuando se habla de estos autores. Se lo acusa de "justificar el sistema capitalista" y ser "tibiamente progresista". Si así fuera, no hubiera dado su apoyo a movimientos “robolucionarios” tales como los sandinistas, el chavismo o incluso a la Cuba actual, algo que incluso algunos partidos socialistas han dejado de hacer.
Se acusa a Pigna de hacer una historia de los héroes, exclusivamente política y de narración de hechos cronológicos. Es imposible escribir historia para televisión sin centrarse en hechos individuales, como una novela histórica. En eso se basa la divulgación.
Es claro que estas críticas provienen de sectores radicales de la izquierda, que prácticamente son mayoría dentro de las ciencias sociales en ámbitos públicos y todavía se empeñan en continuar investigando en base a conceptos arcaicos como burguesía, lucha de clases, modo de producción, ideología dominante, etcétera. Pero a la vez se quejan de que la visión de la historia presentada por Felipe Pigna es hegemónica y que los marxistas (siempre presentados como los excluidos, las víctimas del discurso dominante) no pueden desarrollar su alternativa porque "la burguesía, que maneja el Estado, no ve con buenos ojos este tipo de investigación" Me parece una estupidez que un profesor, desde su cargo en la UBA y con muchos libros publicados, se queje de que el Estado (y la burguesía) no le permiten desarrollar investigaciones. Si fuera así, y la burguesía (si es que eso existe) controlara el Estado, gente como este profesor -y como dije antes, la mayoría- no podría ni enseñar ni investigar, y la mayor cantidad de investigaciones históricas sobre temas específicos que vemos se construye en clave marxista. La contradicción es evidente. Pero si ellos acusan al estado de burgués, ¿no están trabajando para la burguesía en universidades públicas?
Quiero dejar en claro que estoy muy en desacuerdo con la visión del pasado argentino presentada por Pigna, pero no puedo evitar destacar algo positivo: llevar la historia a un público masivo permite que la gente común pueda pensar y discutir la historia, cuestionar e indagar en el pasado, y no aceptar algo sólo porque lo dice el libro. Y aunque la historia de Pigna esté inscrita dentro del nacionalismo de los '70 y tenga una fuerte carga ideológica, logró llevar temas históricos a un público que no los consumía. Quizás esto último sea lo que moleste más a sus colegas de las universidades públicas.

¿Qué es ser liberal?

Compartir Desde sus inicios y con mayor fuerza en el siglo XX, el liberalismo político y económico como forma de vida y base para lograr las “riqueza de las naciones” fue víctima de críticas y resistencias. Existe una creencia errónea de que el liberalismo es el ideal del ser humano desmesuradamente egoísta, sin valores, incapaz de preocuparse por alguien que no sea él mismo. No hay nada mas equivocado.
Ser liberal es saber que somos nosotros mismos los culpables de las malas elecciones y somos los únicos capaces de lograr la felicidad de acuerdo a nuestra propia escala de valores.
Nadie puede arrebatarnos lo que logramos con el esfuerzo, ni podemos arrebatar lo que otros han logrado por los mismos medios.
Ser liberal es creer que nadie puede saber lo que es mejor para “otro”. Solamente ese “otro” puede saber lo que es bueno o malo para sí.
La competencia es buena porque permite explotar al máximo las capacidades personales y nada puede evitar que el ser humano compita, porque la persona siempre busca ser reconocida y estimada dentro del medio en el que se desempeña y mucho más si es modelo de emulación.
El liberal profesa la tolerancia y el respeto por las ideas, siempre y cuando las ideas no atenten contra la vida o la libertad de los otros individuos.
El liberal no cree que exista una clase que predetermine al individuo desde que nace hasta que muere. Los liberales creen que cualquiera que se proponga, mas allá de su condición, llegar a algún lugar, puede lograrlo mediante el esfuerzo y la voluntad individual.
La libertad de acción y de pensamiento son las dos partes fundamentales que deben conformar al individuo y ningún ente, (ni siquiera el estado) puede limitar sus aspiraciones, siempre y cuando no comprometa los derechos que le posibilitan al otro ir en busca de su felicidad.
Solamente dentro de un “estado de derecho” el ser humano puede ampliar sus horizontes. Siempre sujeto a leyes claras y precisas infundidas en un marco puramente democrático.
El liberalismo no es sinónimo de materialismo o utilitarismo económico. El liberalismo es sinónimo de permitir que cada quien se fije a sí mismo de qué manera y a partir de qué recursos quiere ser feliz.
Es por eso que dentro del ámbito de las sociedades liberales, hay quienes son felices a partir de las adquisiciones materiales, hay liberales que encuentran la plenitud mediante la caridad y ayuda al “otro, hay liberales que encuentran la felicidad en permanente relación con los demás y otras que son felices aisladas.
No hay parámetros ni estereotipos dentro de la sociedad liberal, (y es eso lo que la enriquece) solamente los que se fijan cada uno de los individuos.
El liberalismo es la mejor forma de interpretar la unicidad que tiene cada persona y permitirle actuar de acuerdo a sus propios valores y su carácter único, es reconocer al individuo dentro del marco del verdadero progreso.

sábado, 30 de junio de 2007

Chávez y Hitler, cualquier semejanza...

Compartir

  • A simple vista compararlos parece exagerado, pero los unen varias características de sus trayectorias políticas.

-Ambos comenzaron en el ejército, Hitler combatiendo en la I Guerra Mundial con diversas condecoraciones, Chávez llegando incluso a Teniente Coronel.

-Ambos protagonizaron golpes de estado contra gobiernos constitucionales. Chávez organizó una fallida sublevación militar para derrocar a Carlos Andrés Pérez en 1992. Hitler intentó un golpe fallido contra el canciller Gustav Stresemann en 1923. Ambos pasaron tiempo en prisión debido a esto.

-Ambos llegan al poder gracias a elecciones democráticas, y luego de esto terminan con el gobierno representativo y concentran todo el poder en sus manos.

-Ambos se caracterizan por ser importantes oradores capaces de hipnotizar a un gran público, exaltando el nacionalismo y la demagogia.

-Ambos se aprovecharon de situaciones desfavorables para obtener más poder: el famoso "Incendio del Reichstag" posiblemente provocado por el propio Hitler, le sirvió para culpar a los judíos y aumentar la persecución. El conocido golpe del 2002, le sirvió a Chavez para generar teorías sobre "conspiraciones" de medios y otros partidos políticos, y restringir cada vez más las libertades públicas.

-En ambos casos el odio parece hacerles ganar popularidad, la retórica antiamericana ayuda a Chávez a tener a la mayoría de la población a su favor, y con Hitler el discurso antisemita y xenófobo (imperante en ese momento) consigue que el 90% de los ciudadanos lo apoye en las elecciones de 1934, aprobando su régimen dictatorial, cuyos planes ya se conocían a través del libro Mi Lucha(1). Chávez, con un congreso sin oposición, medios sin libertad de expresión y denuncias de organizaciones de Derechos Humanos, consigue el 63% de los votos en las elecciones presidenciales del 2006.

-Ambos se justifican en un pasado lejano: Chávez en la figura de Simón Bolívar, y Hitler en la Revolución Nacionalista de 1870.

Esperamos que todo esto sea sólo casualidad, y que el régimen de Chávez no termine tan mal como el de Hitler. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia. Si encuentran más parecidos escribanlos en comentarios.


(1) Raymond, Eric. Why I Am An Anarchist,http://www.catb.org/~esr/writings/anarchist.html

miércoles, 13 de junio de 2007

"Ideologías" de izquierda

Compartir
No hay forma de conciliación cuando se trata de imponer ideologías y de conformar una resistencia sólida de la otra parte.
El comunismo como paraíso proletario y reparto consensuado de miserias, intenta penetrar como la ideología de los pobres y los conscientes de la realidad mundana. Realidad mundana que la mayoría ignora pero los iluminados analizan.
Universidades, instituciones no educativas, propagandas y oficialismo puro, hacen del marxismo y más precisamente del comunismo esa teoría justa y necesaria, abanderada de la clase obrera, precursora de ese odio injustificado al sistema que les da de comer y al que en la “lucha” diaria contra la opresión, (que mas de un imbécil inculcó) se encargan de defenestrar por ignorancia o complejos ideales totalitarios que van a terminar en la mas cruda censura de pensamiento e hilando mas finamente en el genocidio.
La introducción viene a cuento de una situación más, que debe tolerarse en una institución universitaria pública, que levanta la bandera de la pluralidad, tolerancia, y que trata de fascista a cualquiera que no crea en la maldita lucha de clases difundida con suficiencia.
Materiales y documentos que serían algo así como el dogma y el legado de los verdaderos revolucionarios, que sembraron el caos para construir uno nuevo y que volvió a caer por su propio peso.
Sería un largo debate que nunca terminaría más que en confusión, hablar de la revolución como un medio para llegar al fin comunista…
Un estúpido fanático de la lucha de clases que brega por el no sectarismo y me acusa de actitudes mediocres e intolerancia pero que lee a Mao y a Stalin porque fueron buenos teóricos. Intolerante por que acepto que son asesinos y ninguna teoría por más “dialéctica” que me la presente va a encajar con mis ideales de libertad, quizá no me interesa interpretar la mente de genocidas, quizá crea que nada útil pueden mostrarme que la misma puesta en práctica no me lo haya demostrado.
¿Qué autoridad moral tiene alguien para acusarme de mediocre leyendo teorías de asesinos de esa talla? La hipocresía de los movimientos y frentes de izquierda no tiene límites, ya que para ellos, como dijo alguien muy acertadamente: “Una única muerte es una tragedia, un millón de muertes es estadística”.
Es tan dogmatizante la ideología comunista, que no hay quienes puedan correr la mirada cuando nos la presentan. Los jóvenes tienen ese ideal de rebeldía y cambio que los lleva a cometer los peores errores, revocables por lo general.
Socialismo y comunismo son las dos vertientes más comunes del totalitarismo, tan repugnantes como los ideales de Hitler, Franco o Mussolini. Che Guevara y Fidel Castro por nombrar el amiguismo comunista, pueden ponerse a la altura de cualquier ideal fascista y en muchos casos sobrepasarlo. Lo bueno es conocer de qué hablamos cuando nos referimos a totalitarismo, dictadura y despotismo, la ultra-derecha no la conforma solamente esa fracción conocida que promueve ideales de racismo e imperialismo, intervienen la libertad, y odian un sistema del que no dejan de formar parte por propia voluntad; aquellos que creen en la revolución como solución, la “clase parasitaria” que pretende que el estado los mantenga y se haga cargo de sus malas decisiones, en donde todo es para todos y somos felices, un paraíso terrenal en donde podremos compartir la pobreza porque el aparato burocrático estatal se encargará de redistribuirla sin avaricia y sin “egoísmo”, porque el hombre es bueno por naturaleza y nació para vivir en sociedad, que tuvo la mala suerte de toparse con gente que quiere la libertad y no la opresión, que busca la realización por medio del propio esfuerzo y no a costa de otros, y que sabe que no existen límites, salvo el arrebato, para lograr fines conforme a nuestros deseos. Por esa razón es necesario terminar este breve discurso citando a uno de los intelectuales más acertados si de defender la libertad se trata.
“Si pretendemos el triunfo en la gran contienda ideológica de esta época, es preciso, sobre todo, que nos percatemos exactamente de cual es nuestro credo”.F.A. Hayek