domingo, 27 de septiembre de 2009

Historias de Nueva York

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De Mario Ishii y el Chino Navarro a Barack Obama y Columbia. Política exterior kirchnerista sin escalas.

En este momento del año se produce otro de los tradicionales viajes de la Divulgadora Presidencial a Nueva York, acompañada de una comitiva distinguida en el campo de la política exterior, como José María Díaz Bancalari, que tiene dificultades para expresarse en el idioma español, ya ni digamos en inglés.

Fue invitada, nuevamente, a hablar en la Universidad de Columbia. Para los que se estén preguntando qué habrán visto los directivos de semejante institución en una jefa de estado tan decadente, recuerden que el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, negó el holocausto en ese mismo lugar. Columbia parece tener una política no demasiado exigente para elegir a sus oradores: si invitaran a un borracho tirado en una esquina de Manhattan hubieran garantizado un discurso más coherente.

Distinguished Fellow Cristina Kirchner. Doctorada en modelos de acumulación con matriz diversificada y análisis de cifras electorales del Calafate.

Y una vez más, como ya demostró con sus Grandes Éxitos Discursivos como el efecto jazz y "la soja es un yuyo", nos dejó otra joyita que demuestra la peligrosidad de sus ideas y de su modus operandi, especialmente en este contexto donde la aprobación de la ley de medios es presentada por ellos como la conquista del siglo.
"Creo que nos debemos dar el gran debate acerca de la información, acerca de la posibilidad de que los ciudadanos sean informados sin estar contaminada la información, no por la prédica del Gobierno, que obviamente no es dueño de los medios de comunicación, porque, en definitiva, todos los medios son de carácter privado salvo un canal o radio estatal, sino contaminados por los grandes intereses económicos que operan también a través de los medios de comunicación ocultando cosas y muchas veces impulsando a que las sociedades también apoyen o tomen decisiones en base a informaciones falsas"
La locura kirchnerista con respecto a los medios da para tanto que ella, dentro de sus profundas limitaciones, no pierde oportunidad para teorizar al respecto. Al parecer el estatismo se ha expandido hacia todos los ámbitos de la vida, de tal manera que ella puede decir que es un derecho ciudadano que el Estado "limpie" la información que los medios transmiten contaminada por intereses económicos. Esto significa, traducido de kirchnerismo a castellano, que el Estado es un ente neutral y puro que comunica la verdad a la gente, y los privados son monstruos que sólo comunican lo que les conviene.

Es lógico que piensen así, están tan acostumbrados al microcosmos feudal santacruceño que la idea de que los medios funcionen como un contrapeso del poder político les parece sacada de otro planeta. La existencia de voces que contrarresten el discurso oficial es todo un intento de desestabilizar.

Veamos hasta dónde es capaz de llevar esta teoría sobre la naturaleza demoníaca de los medios de comunicación:
“Zelaya fue destituido por un golpe cívico-mediático, porque las nuevas fuerzas, que muchas veces impulsan movimientos destituyentes en las democracias latinoamericanas, que han logrado dar a sus ciudadanos derechos, crecimiento económico, que tal vez perjudican en algo la riqueza o el dominios de sus elites, cuentan tal vez con nuevos tipo de concentraciones que no son de carácter militar, sino que manipulan u ocultan también la información”
Ni la izquierda marxista ha tenido el atrevimiento de afirmar que lo de Honduras fue un "golpe cívico-mediático". Ellos prefirieron culpar a los Estados Unidos, un clásico, a pesar de que Obama hace todo lo posible para situarse del lado de Zelaya. Cristina Kirchner fue más allá de las típicas teorías conspiranoicas, y le adjudicó a los medios de comunicación el derrocamiento del mandatario chavista.

Es algo absurdo y peligroso que el manejo de la información esté en manos de cualquier gobierno, pero que un gobierno que utiliza los medios públicos para difundir los proyectos del gobierno y denostar a la oposición pretenda ocupar ese rol, me resulta profundamente rídículo, más que Mariotto diciendo que Canal 7 es un medio “público, no gubernamental”

En fin. Les dejo la mejor columna de La Nación que he leído en mucho tiempo:

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Five minutes to Caracas

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Mientras escribo esto, el oficialismo consiguió aprobar la nueva Ley de Radiodifusión, ayudado por sus camaradas del Partido Socialista y los del sector de Pino Solanas. Éste último se quejó de que la ley no es lo suficientemente chavista para sus estándares.

"Ganamos en el Calafate, porque ahí los medios son del querido amigo Rudy, no de los destituyentes de Clarín"

Cristina Kirchner, en sus tan usuales conferencias de prensa y variando un poco con la estrategia de interrumpir hasta a los pastores brasileños con la cadena nacional, elige ceder en el aspecto menos catastrófico del proyecto de ley para mantener el control de los medios de comunicación que todo el resto del proyecto posee. La estrategia fue cambiar algo mínimo, para que todo siga como hasta ahora.

Y lo peor es que la estrategia funcionó, no gracias a sus capacidades políticas, sino al atraso y a la adolescencia ideológica de algunos opositores.

Los diputados pertenecientes a la izquierda presentaron como el mayor problema de la ley presentada por el kirchnerismo la entrada de las telefónicas al mercado de cable. Algo similar a plantear que el principal problema con Hitler era su vegetarianismo.

Ladies and gentleman, el sector moderado de los montochorros. Con la presencia del doble de riesgo de Luis Ventura, y el hermano de Marcelo Polino, Héctor, los socialistas presentan una obra marplatense con Jorge Corona.

Estos iluminados de la izquierda argentina armaron un verdadero escándalo con el tema de las telefónicas, logrando instalar ese tema como lo más destacado de una ley que incluye cientos de regulaciones que cercenan la libertad de expresión. Tener que escuchar al socialista Rubén Giustiniani decir que la nueva ley "es una mezcla de dictadura y neoliberalismo" fue demasiado para mi estómago. Parece que la izquierda usa el termino "neoliberalismo" para definir aquellos experimentos en los que les interesaría participar, pero sin empresas en el medio, eso sí sería un horror. Y eso no es lo peor: el Partido Socialista utilizó esa conferencia para anunciar su oposición al proyecto, sólo para votar a favor casi una semana después.
¿Que van a decir aquellos que repetían que Binner era como un político europeo, toda una muestra de moderación?

Los progres insistieron tanto con el tema de las telefónicas que consiguieron su deseo: el artículo será eliminado. Pero gracias a eso, también consiguieron que otra muestra de gatopardismo coyuntural del gobierno quedara ante la opinión pública como un gesto real consenso, algo que está lejos de aparecer en los planes de cualquiera de los que se sienta en la mesa chica de Olivos. Hacen como que retroceden, para ganar algunos votos y aprobarla cuanto antes.

Y uno no puede culparlos sólo a ellos por eso. Conceden por izquierda porque el reclamo vino de ese lado y los ayudó a conseguir votos. Como saben que los que objetaron exclusivamente el tema de las telefónicas se encuentran en un mismo nivel de irracionalidad ideológica que ellos, no tuvieron ningún problema en hacer esa "concesión" y disfrazarla de gesto democrático.

Y eso nos lleva a la gran mentira del oficialismo, repetida desde el principio: esta ley fue consensuada y discutida con todos los sectores. Sí, uno pudo ver los fuertes debates y cuestionamientos de la CTA, la agrupación Andresito o la Federación Juvenil Comunista, todas organizaciones caracterizadas por el pluralismo y el respeto a las libertades individuales.
Es como si hiciera un foro con Charles Manson, Jack el Destripador y Willie Horton para decidir si es moralmente correcto cometer un asesinato.

La misma mentira fue adaptada al recinto de Diputados. Agustín Rossi diciendo que hicieron concesiones en la ley, propuestas por "Encuentro Popular y Social" y "FORJA". O sea, tomaron propuestas de diputados electos en listas de su partido, y los disfrazaron de oposición cuando lo creyeron conveniente.
Bajo la nueva ley, muchos de esos micrófonos van a desaparecer. El mamarracho de la foto, contento. Ganó la "democratización"

Creo que no haría falta que lo diga, pero en este país de imbéciles es necesario: si hago una ley convocando sólo a gente que quiere controlar los medios, el resultado sólo puede ser una ley que controla a los medios. Cuando toda la televisión sea idéntica a Canal 7 y aparezcan los resultados de esta aberración, espero que los estúpidos que apoyaron esto, y los que no prestaron atención, aprendan de una vez por todas.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Ley de medios, parte II

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¿Por qué no hay diputados con un discurso como el de Daniel Vila? ¿Y qué hace Carlos Raimundi ocupando ese lugar?

No hace falta un gran análisis político para deducir que el proyecto del gobierno sólo propone regulaciones que coartan la libertad de expresión y dejan toda una red de concentración de poder y discrecionalidad en manos del Estado. Me pregunto por qué dirigentes políticos que dicen pertenecer a la oposición y son veteranos en cuestiones legislativas parecen desconocer esto.

Es indignante y desesperante que el único discurso certero y coherente escuchado sobre el tema tenga que venir de un empresario de medios como Daniel Vila, y sólo después de varios años de observar pasivamente las extorsiones del régimen kirchnerista. ¿Por qué a los referentes de la oposición les cuesta tanto rechazar el proyecto por sus intenciones de censura, y se detienen en nimiedades?
Aquí van algunos fragmentos de Daniel Vila:
¿Quién mejor que el matrimonio presidencial puede conocer la diferencia entre libertad de expresión y de extorsión?

Usted no puede hablar de libertad de expresión, ni de la importancia que tiene para todos los sectores acceder a la posibilidad de expresarse, ni de institucionalidad, ni de credibilidad y mucho menos de libertad de prensa, cuando lo que está haciendo es profundizar con su proyecto de ley de radiodifusión el modelo venezolano de la llamada Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisión sancionada por el teniente coronel presidente Hugo Chávez Frías el 7 de diciembre de 2004. Sabemos su resultado. Medios amordazados y sirvientes del gobierno.

¿Con qué autoridad moral pueden venir a decirnos que los medios de comunicación mienten, si este gobierno va a pasar a la historia por haber falseado nada menos que el índice de precios?

Mientras tanto, en la nube de pedos de Diputados, la disidencias nunca van hacia lo central del proyecto. Su preocupación principal es que las telefónicas accedan al mercado del cable o que en el organismo de control no haya miembros universitarios o de la sociedad civil. ¿Cuotas de producción nacional? ¡Magnífico! dicen ellos, todo un instrumento contra el imperialismo cultural.

Si tienen algo para criticar de la ley, es que no los incluye a ellos en el control de los medios. Algo muy similar a lo que pasaba con Aerolíneas y AFJP, la consigna es "Si van a saquear, dejen que nosotros observemos mientras lo hacen"

El debate en Diputados de la semana pasada sobre si controlamos los medios a la venezolana o seguimos teniendo libertad de expresión, deja como resultado la decadencia generalizada. De los diputados oficialistas uno nunca espera algo coherente. El problema es que la oposición caiga en la misma lógica antimercado que les dice que libertad de prensa y libertad de empresa son incompatibles. Les preocupa más ese monstruo conocido como "poder económico" (ya saben, eso que creamos nosotros con nuestras decisiones diarias como consumidores) que la arbitrariedad que puede tener un Estado manejando la información. Gente que lee más a Naomi Klein que a George Orwell. Así nos va.
Les sugiero que revisen las experiencias políticas en las que se acabó la libertad de mercado, y nos cuenten si después de eso todavía prevaleció la libertad de expresión.

El espectro político del país está tan corrido a la izquierda que nuestros representantes tienen que oponerse a proyectos contra la propiedad y la libertad desde la más absoluta corrección política, nunca dudando de las "buenas intenciones" de reformar una ley que afecta un tema crucial para la república como este, o habilitar una discusión filosófica sobre la necesidad de saquear al campo.

Si hay algo que aterroriza a los políticos argentinos, más que ser descubiertos en un escándalo de corrupción, es que se los asocie con la defensa de los contratos privados. Eso sí que no lo podrían tolerar.

sábado, 5 de septiembre de 2009

10 ítems para egresar de la Academia "K"

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Se deberán desarrollar los siguientes aspectos:

1- Capacidad para mostrarse cómico ante cualquier situación, por más trágica que ella sea.

2- Habilidad para coordinar punteros políticos de características “matoneriles” en todos los municipios, haciendo hincapié en aquellas localidades en donde los habitantes venden su alma por un plan social de $150.

3- Marcada destreza en la designación de un gabinete corrupto.
Seminario optativo entre dos:
-“Pistolas a sueldo” que dicta el benemérito Guillermo Moreno.
-“La chica del millón de dólares” dictado por la licenciada Felisa Miceli.

4- Facultad para reunir a todo el periodismo en conferencia de prensa y luego, hallar el mecanismo para negarse a responder todas las preguntas.

5- Sagacidad innata para distinguir inequívocamente entre un reclamo “justo” y otro “de la abundancia”.

6- Talento inusitado para publicitar el totalitarismo en todas sus expresiones y disfrazarlo de “bien común”.

7- Habilidad para realizar alianzas con regiones cuyos líderes aspiren al cargo de “dictador”.

8- Capacidad demagógica para eternizarse en la política y resultar glorioso en todos los casos.
El egresado durante el tiempo de estudio, debió haber desarrollado hábilmente la amnesia temporal para horrorizarse de ciertas medidas, pese a haberlas promovido desde un selecto círculo “lameculista” en años anteriores.

9- Idoneidad para crear un enemigo íntimo, preferentemente perteneciente a alguno de los principales sectores económicos o de las comunicaciones.
El egresado en ningún caso deberá ser tolerante con las ideas contrarias al estatismo, tachará como “destituyente” y “golpista” a quien emita opinión diferente a la oficial y encomendará la tarea de convocar a un acto “por la democracia” a cualquier simio político que cuente con ganas de ganarse unas fichitas.

10- Aptitud para incrementar de manera multimillonaria las fortunas personales, pero sin olvidar la importancia de emocionarse hasta las lágrimas al hablar de la pobreza.

martes, 1 de septiembre de 2009

A los enemigos, ni libertad de prensa

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Uno de los principales sueños de la izquierda mundial, además de la abolición por decreto de la riqueza, es tener el control de los medios masivos de comunicación. Desde el realismo socialista promovido por Stalin hasta las indicaciones de Antonio Gramsci sobre la necesidad de una "literatura desalienante" todos han entendido como la vía fundamental para la creación de un hombre nuevo, el control de los aparatos ideológicos, que para ellos estarían encarnados especialmente por los medios.

Hay una famosa frase de P.J. O'Rourke que dice algo así como que el hecho de que los habanos esten racionados en Cuba es todo lo que necesitamos saber sobre el comunismo. Análogamente, creo que todo lo que necesitamos saber sobre la nueva Ley de Radiodifusión es que el tipo que la redactó dijo que Luis D'Elia es un gran intelectual.

La divulgadora presidencial Cristina Kirchner vive más obsesionada con los medios que los personajes grotescos que aparecen a diario en el programa de Jorge Rial. Más allá de eso, estoy seguro de que este país sería menos decadente si lo gobernaran estos últimos.

Entre las más importantes aberraciones que incluye la ley, se encuentran:

(1) Establecer cuotas de "producción nacional" de más del 70% en el caso de las radios, para las emisoras privadas. Caso similar con el cine nacional en la televisión abierta. Esa pedorrada subsidiada e ideologizada por la que nadie paga una entrada de diez pesos, pero que estos iluminados de alguna manera creen que la gente la consumirá si lo ponen por obligación.
La FM Rock&Pop deberá cambiar a los Guns N' Roses o Metallica por Los Nocheros o los grandes éxitos de Ignacio Copani.

(2) Considera a la radiodifusión como un "interés público" o sea, se asegura la posibilidad de intervenir para garantizar lo que el gobierno cree que es el interés del público. Para esto crea la figura del "Defensor del público de servicios de comunicación audiovisual" que actúa como un fiscal de los medios independientes, con la posibilidad de presionarlos por la vía judicial.

(3) Busca colocar en "igualdad de condiciones" a medios estatales, privados, y medios sin fines de lucro(?). Estos últimos serán financiados por "asignaciones del presupuesto nacional" Por lo tanto, serán también medios públicos. Se le asigna el 33% del espectro radioeléctrico a estas organizaciones. Para entender esto habría que imaginarse a Luis D'Elia dirigiendo un canal de televisión.

(4) La ley crea un sistema nacional de medios públicos, otorgándole a cada universidad, municipio y provincia radios estatales. Magnífico, ahora entidades que ni siquiera podían financiar sus gastos corrientes, estarán trabajando para mantener medios de comunicación. ¿Adivine quién pagará por eso?

Los militantes del control estatal de los medios ya tienen preparadas todas las respuestas para contestar a aquellos que nos oponemos: dirán que nos lavó el cerebro la corporación mediática, y que por ese motivo no sabemos lo que nos conviene. La misma excusa usarán el día que Carta Abierta se decida a gobernar el país a través de un consejo de notables.

Esto ya no es una pelea entre Kirchner y Clarín, dos viejos aliados. Este es el próximo paso hacia Venezuela. No podemos ver esto como un simple conflicto entre socios, se trata de una verdadera amenaza, quizás la más importante, a la libertad de expresión y a la empresa privada. La oposición debe hacer todo lo posible para que esta pesadilla orwelliana nunca llegue a tratarse.