viernes, 27 de noviembre de 2009

La televisión oficial

Compartir Que los medios de comunicación están siempre coqueteando con los espacios de poder político no es ninguna novedad. Tampoco es noticia que Canal 13 haya hecho por estos días bastante evidente su antikirchnerismo, la guerra entre el gobierno y el Grupo Clarín iniciada por declaraciones poco felices de máximos representantes del kirchnerismo y ratificada por el mismo ex presidente, establecieron una nueva coyuntura política, en donde la neutralidad periodística es moneda fuera de circulación a la fuerza. La ley de medios ingresó en la escena como ese bozal histórico de los que repudian la libertad de expresión, la única conclusión es que el compromiso con la democracia es meramente revanchista. Las opciones por parte de gobierno eran varias, la censura era la ruta más efectiva en el corto plazo.

Si hay algo que no puede faltar... Para que un oficialismo pise fuerte debe contar con medios de comunicación propios, de esta manera no sólo censura sino que distribuye gratuitamente propaganda oficial. Con fondos públicos, se paga a periodistas mediocres, de la altura de Sandra Russo o María Julia Olivan (cuyo reservorio de ideales es tan rico como el de un mosquito). Presentando notas que no puede refutar porque es poco probable que entienda lo que significa el fascismo o la derecha, de la que tanto se burlan cuando alguien tiene la mala idea de de nombrar la palabra “inseguridad”.

Son animalitos pagos que jamás tendrían la relevancia que tienen, si no fuera porque bajan línea de una manera fabulosa, desde un canal “de todos”... los que hoy ocupan el gobierno.
Entre el clan de 6, 7, 8 y TVR los sábados, tenemos dosis necesaria para archivar.

Todo esto es esperable de un canal sostenido por le gobierno, pero... ¿es normal en un canal privado? ¿Cuál es la necesidad real de chupar medias desde un canal de estas características? ¿Cuál es el beneficio?
No entiendo la postura que durante el último tiempo está tomando TELEFE. La entrevista a la que “accedió” Cristina, con Soledad Silveyra, una mujer a la que el gobierno había ofrecido tiempo atrás, una candidatura para las pasadas elecciones ya empezó a sonar raro.
No era suficiente! Después de las fuertes declaraciones de Susana Giménez acerca de la inseguridad, al canal “se le ocurre en beneficio de la diva” acotar su ciclo diario, a un sólo día a la semana. Ni hablar de la entrevista de casi una hora que puso al aire telefe con el ex-presidente antes del cierre de listas, con un acertado titular por aquellos días, del periodista de La Nación Diego Valenzuela: “Kirchner, artista exclusivo de TELEFE”.
El informe de La Liga, que decía mostrar la verdad sobre los productores de soja, además de ser irrisorio fue decadente, no hizo más que hacer evidente una postura tomada.
Cuando creí que no se podía mostrar más obsecuencia, veo otro canal estatal, esta vez “Encuentro”, y me desayuno con que una de las periodistas del ciclo al que hice referencia, Gisela Busaniche, se encontraba realizando un programa acerca de la veracidad de la información que ponen al aire los medios de comunicación y la intencionalidad con que lo hacen; allí aparecían también los periodistas de TELEFE, hablando con dejos de ingenuidad sobre la selección del material que es “conveniente” poner al aire de acuerdo a los intereses del noticiero, se escuchaban cosas como: “debemos usar música dramática para que los televidentes se conmuevan con lo que ven y no cambien de canal”, dentro del mismo informe estas aseveraciones se contraponían todo el tiempo, con un noticiero que sólo se emite por internet, en donde sus creadores se jactaban de poner al aire “la verdad” sin deformaciones, la verdad a la que hacían referencia era la lucha de los trabajadores de KRAFT.
Todo esto demuestra la imperiosa necesidad de concretar aquella venta postergada cuando se desató el conflicto del campo, en donde el chofer de los K, Rudy Ulloa, tuvo la curiosa idea de comprar TELEFE. Era en ese momento si mal no recuerdo, cuando Crisitina nos contaba acerca de los “dimes y diretes” del PULPO MULTIMEDIÁTICO.
Sin más que decir, lo último que quiero agregar es mi postura en defensa de una Argentina con mucha comida para pulpo.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Las maravillas de la educación progresista

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Ahora entiendo por qué el kirchnerismo está tan obsesionado, casi exclusivamente, con el control de los medios de comunicación. Es que el otro gran medio transmisor de cultura, la educación, se convirtió hace bastante tiempo en otro bastión del progresismo político. Les viene como anillo al dedo.

Voy a comentar solo dos casos, pero pueden servir de ejemplo para las miles de escuelas de todo el país, ya que en una gran mayoría las cátedras de Ciencias Sociales y de Construcción de la Ciudadanía sirven para adoctrinar, no los valores que el título de la segunda asignatura proclama sino en una ideología de izquierda primitiva, tercermundista y simplificada en torno a grandes conspiraciones de “los malos” llámense Estados Unidos, las multinacionales o el FMI.

Primer caso: La materia es Geografía, de segundo año del polimodal. El profesor, en lugar de utilizar manuales escolares, que los hay de buena calidad (Santillana es un ejemplo) utiliza artículos periodísticos. De Clarín o La Nación, imaginará el lector. Para nada: el profesor elige estudiar problemáticas a partir de artículos de un panfleto llamado El Socialista, que llama a “no pagar la deuda externa” o estatizar todas las empresas de servicios públicos.

Ahora me entero que este panfleto pertenece a la agrupación Izquierda Socialista, dato que sirvió para aumentar mi indignación. Les dejo otro ejemplar para que se diviertan.

El mismo profesor también opta por presentar a los alumnos temas como el peligro de la “privatización del mar” en Chile, o de una historieta que compara la conquista de América con la intervención estadounidense en Irak.

Segundo caso: Primer año de polimodal, en una escuela privada. La materia es Construcción Ciudadana. Revisando los contenidos vistos en el año, me encuentro con que lo que debía ser la formación de futuros ciudadanos se reduce a un montón de críticas al “neoliberalismo”

Toda la materia se veía comprimida a una crítica ideológica de bajísima calidad, llevada al ridículo en muchos casos, como las guías de estudio sobre el reportaje de Página/12 a un “criminólogo” cuya gran teoría es que el causante de la delincuencia es… por supuesto, el neoliberalismo.

Lo peor es que en ningún momento encontré en los contenidos una explicación, o un fundamento teórico para justificar que un área tan importante sea convertida en un instrumento de manipulación muy peligroso.

Quizás a esta altura suene obvio, pero uno de los factores claves en la decadencia argentina es que dejamos de formar ciudadanos, para crear potenciales votantes de Pino Solanas. Cómo vamos a lograr un país con los consensos mínimos de los países desarrollados, mientras una mayoría salga de la escuela con estos preconceptos, es algo que me inquieta bastante.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Cumbia villera Vs. Libre expresión

Compartir Explorando la decadencia que sufre el país en todos los niveles, sin caer en un irrecuperable fatalismo y dejando atrás un ambicioso análisis que totalice la realidad, intenté llegar a algún punto que conjugue los diferentes aspectos que le están brindando una base sólida a este espíritu de empobrecimiento moral, progresivo que necesitamos erradicar. La música, un género específico de música, ha ingresado en la escena social como ese factor que institucionaliza la decadencia, la miseria y promueve la tergiversación de los valores. La “cumbia villera” tiene sus orígenes en los inicios del siglo XXI, y es en Argentina donde sus letras se han hecho carne; en los estratos sociales más bajos primero, y escalando hacia otras dimensiones después.
Esta música se aleja totalmente de cualquier expresión cultural de protesta social contra un sistema político y económico de turno, nada tiene que ver con el género del Hip-Hop, Rap o incluso el Rock and roll. Sus letras reflejan un odio explícito al sistema de valores tradicionalmente aceptados, resienten cualquier deseo de progreso, y es claro que ninguna de ellas propone una alternativa. Sus autores promueven la adopción de valores negativos como la pobreza, la miseria, la drogadicción y la falta de dignidad; pensamientos básicos envasados y listos para consumir en un mercado bailantero demandante.
Ante todo, la cumbia villera está legalizando la delincuencia. Este género no expresa un modo de vivir la vida, sino un modo de permanente confrontación con la muerte. Sus letras alteran cualquier buena expectativa, congenian los papeles de víctima y victimario de una manera tan sutil, que cualquier joven tienen acceso a información necesaria para convertirse en un resentido social o en el peor de los casos, en un asesino. Enunciados para vivir la vida fácil, con acceso directo a todos los fines, apartando del juicio crítico todos los medios.
Buscando las letras más difundidas de grupos de cumbia villera, llegué a fragmentos que mutilan el sentido de un proyecto de vida:

- “si sos anti chorro vas a perder / con una nueve en mano / hasta los dientes vamos armados / vamos re locos bien jugados / robando bancos y mercados” (Pibes chorros)
- “No puedo caminar de tanto jalar / estoy re cantina yo quiero vitamina / me compro una bolsa y estoy pila, pila” (Damas Gratis)
- “yo quería ahogarme en una pileta de vino / y morirme re mamado ahogado en mi pileta de vino / que levanten las mano’ el que quiere morirse / mamado, ahogado en mi pileta de vino” (Damas gratis)
-“colarte un dedo no querés / cuidado, cuidado / que tu agujero es muy delicado”

No es necesaria una búsqueda exhaustiva para toparse con semejantes muestras. Los jóvenes de hoy, asumieron como positivos los valores que excreta el género y los informes televisivos que tienen como principales protagonistas a presidiarios no hicieron más que legitimar ese velo de mártires que viste a sujetos que aceptan como verdaderas y válidas, máximas de vida paupérrimas y autodestructivas. La población trabajadora, fue reemplazada por jóvenes que deambulan sin rumbo fijo por la vida, analfabetos, sin identidad legal, disminuidos mentalmente por el consumo de drogas y con un poder de intervención social y política sumamente acotado, pero con un instrumento muchísimo más peligroso: una nueve milímetros al que cualquiera puede acceder y un cigarrillo de pasta base que presta el impulso.
Considero que es aquí donde debería actuarse, tenemos frente a nosotros un arma de gran alcance que destruye como una pandemia el futuro de este país. Paralizados en un presente incierto, sembramos la semilla indicada para un futuro de las mismas características. La apología del delito y de la vida parasitaria es aceptada desde la difusión de este género. Pensando en este sentido, recuerdo el engorroso proceso judicial que tuvo como protagonista a Andrés Calamaro, por haber incitado al consumo de drogas, con su frase: “Que linda noche para fumarse un porrito” en una de sus presentaciones en la ciudad platense. Damas gratis, Pibes chorros, y todas las bandas que tienen como estandarte la promoción de estos raros valores, violan explícita y sistemáticamente el artículo 213 del Código penal argentino, pero aquí la justicia es ciega, sorda y muda. El límite es muy estrecho, y todavía no entiendo la vara con que se juzga: ¿librepensadores o criminales?