miércoles, 9 de septiembre de 2009

Ley de medios, parte II

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¿Por qué no hay diputados con un discurso como el de Daniel Vila? ¿Y qué hace Carlos Raimundi ocupando ese lugar?

No hace falta un gran análisis político para deducir que el proyecto del gobierno sólo propone regulaciones que coartan la libertad de expresión y dejan toda una red de concentración de poder y discrecionalidad en manos del Estado. Me pregunto por qué dirigentes políticos que dicen pertenecer a la oposición y son veteranos en cuestiones legislativas parecen desconocer esto.

Es indignante y desesperante que el único discurso certero y coherente escuchado sobre el tema tenga que venir de un empresario de medios como Daniel Vila, y sólo después de varios años de observar pasivamente las extorsiones del régimen kirchnerista. ¿Por qué a los referentes de la oposición les cuesta tanto rechazar el proyecto por sus intenciones de censura, y se detienen en nimiedades?
Aquí van algunos fragmentos de Daniel Vila:
¿Quién mejor que el matrimonio presidencial puede conocer la diferencia entre libertad de expresión y de extorsión?

Usted no puede hablar de libertad de expresión, ni de la importancia que tiene para todos los sectores acceder a la posibilidad de expresarse, ni de institucionalidad, ni de credibilidad y mucho menos de libertad de prensa, cuando lo que está haciendo es profundizar con su proyecto de ley de radiodifusión el modelo venezolano de la llamada Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisión sancionada por el teniente coronel presidente Hugo Chávez Frías el 7 de diciembre de 2004. Sabemos su resultado. Medios amordazados y sirvientes del gobierno.

¿Con qué autoridad moral pueden venir a decirnos que los medios de comunicación mienten, si este gobierno va a pasar a la historia por haber falseado nada menos que el índice de precios?

Mientras tanto, en la nube de pedos de Diputados, la disidencias nunca van hacia lo central del proyecto. Su preocupación principal es que las telefónicas accedan al mercado del cable o que en el organismo de control no haya miembros universitarios o de la sociedad civil. ¿Cuotas de producción nacional? ¡Magnífico! dicen ellos, todo un instrumento contra el imperialismo cultural.

Si tienen algo para criticar de la ley, es que no los incluye a ellos en el control de los medios. Algo muy similar a lo que pasaba con Aerolíneas y AFJP, la consigna es "Si van a saquear, dejen que nosotros observemos mientras lo hacen"

El debate en Diputados de la semana pasada sobre si controlamos los medios a la venezolana o seguimos teniendo libertad de expresión, deja como resultado la decadencia generalizada. De los diputados oficialistas uno nunca espera algo coherente. El problema es que la oposición caiga en la misma lógica antimercado que les dice que libertad de prensa y libertad de empresa son incompatibles. Les preocupa más ese monstruo conocido como "poder económico" (ya saben, eso que creamos nosotros con nuestras decisiones diarias como consumidores) que la arbitrariedad que puede tener un Estado manejando la información. Gente que lee más a Naomi Klein que a George Orwell. Así nos va.
Les sugiero que revisen las experiencias políticas en las que se acabó la libertad de mercado, y nos cuenten si después de eso todavía prevaleció la libertad de expresión.

El espectro político del país está tan corrido a la izquierda que nuestros representantes tienen que oponerse a proyectos contra la propiedad y la libertad desde la más absoluta corrección política, nunca dudando de las "buenas intenciones" de reformar una ley que afecta un tema crucial para la república como este, o habilitar una discusión filosófica sobre la necesidad de saquear al campo.

Si hay algo que aterroriza a los políticos argentinos, más que ser descubiertos en un escándalo de corrupción, es que se los asocie con la defensa de los contratos privados. Eso sí que no lo podrían tolerar.

2 comentarios:

Rothbard dijo...

Es lamentable, nadie defiende a los empresarios ni a las empresas, es mala palabra.

depre forever dijo...

Es exactamente como la cita de Montaner que está en tu blog, cuando la guita se acabe, van a tirarle piedras a la embajada norteamericana.

Estoy harto de la oposición políticamente correcta, entendiéndose ésto en éste pobre ex país, como bancarse cualquier verdura que venga de la izquierda, por más probada que esté su inutilidad, su poder destructivo o su imbecilidad.