sábado, 14 de marzo de 2009

Las elecciones se suspenden por lluvia o decreto presidencial

Compartir El adelantamiento de las elecciones, un procedimiento complejo que requiere una modificación del Código Electoral Nacional, aparece para la pareja presidencial como un pago de facturas telefónicas hecho en Pago Fácil. Principalmente debido a la sarta de pseudolegisladores obsecuentes que los acompaña sin siquiera haber sido persuadidos en privado sobre la necesidad de dicha medida, que encuentran su justificación en el absurdo más absoluto "Hay que adelantar las elecciones porque en el mundo hay una crisis muy importante" algo que tiene menos lógica que el argumento que planteaba que las retenciones eran para defender la mesa de los argentinos. Ahora parece que ni se esfuerzan en tomarnos por boludos. Prefieren hacer este tipo de cosas, saben que una mayoría las va a aceptar y va a jugar bajo sus reglas.

El desprecio total que ha mostrado el kirchnerismo por todas las formalidades (eso que a sus seguidores les parece auténticamente revolucionario, como ya escribí antes) ahora llega al ámbito electoral, donde cambiar la fecha tradicional y establecida para celebrar elecciones es utilizado como una medida discrecional del Poder Ejecutivo, algo a lo que la democracia argentina ya nos tiene acostumbrados pero que este gobierno ha llevado al paroxismo.

Al oficialismo se le acabaron los guiones salidos de la sala de redacción de Página/12 para pretender que todavía tienen la fortaleza de siempre. Este adelantamiento de las elecciones lo demuestra claramente. Estoy tratando de decidir qué fue más vergonzoso, si esto o los desopilantes ruegos de la vicegobernadora catamarqueña en el acto con Kirchner, suplicandole a... ¡Ramón Saadi!, uno de los personajes más corruptos de la dirigencia argentina, para que mostrara su apoyo al patrón de Olivos. Si tienen dificultades para mantener alineados a cadáveres políticos como Saadi, ¿qué les queda con aquellos de buena imagen y algún futuro en el corto plazo?

De ellos se esperaba cualquier cosa. Ya no podemos decir que nos sorprenda ningún deterioro institucional en la Argentina kirchnerista, están a la orden del día. Ni siquiera los recientemente convertidos en opositores, o aquellos periodistas que hace unos meses creían que Kirchner era el mejor presidente de la historia, pueden mostrarse sorprendidos con este tipo de manejos. Más irritación me causan aquellos periodistas que elogian la medida, destacando la "gran jugada" que realizó el kirchnerismo con ella. Nadie les recordó que adelantar las elecciones está totalmente fuera de las reglas del actual Código Electoral. Parece que muchos de ellos tienen como deporte predilecto levantarle la autoestima al presidente del PJ.

Una vez más, las únicas elecciones en este país serán las internas del peronismo. Como en 2005 fueron Cristina y Chiche, este año serán Néstor y Francisco, o Néstor y Felipe. En unos meses sabremos que facción del peronismo triunfó. Es realmente lamentable este sistema de partido único, pero la oposición en nuestra democracia ocupa el lugar que la sociedad le supo o le quiso dar. Un lugar bastante poco relevante, dada nuestra clara predilección como sociedad por los regímenes caudillescos que ignoran el Parlamento y la división de poderes.

1 comentario:

Ariel Nieto dijo...

Buen Post!!! Que pais no??Que personajes.
Saludos
Ariel Nieto