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No quería sentarme a escribir un nuevo artículo porque realmente no sabía por donde empezar desde hace bastante tiempo. No distingo donde comienza y termina nada, y sin embargo había creído que vivíamos en un sistema que intentaba asemejarse a una República, para no ser tan ambiciosa, algo que quería parecerse a una democracia básica si se quiere, democracia a medias a la que fuimos acostumbrándonos porque era lo que había y “es lo que hay”. El peronismo se regenera en la estupidez, el kirchnerismo es una circunstancia del peronismo histórico que pretendió siempre llegar a los diferentes sectores a través de la aplicación de un estado fascista, corporativista, sin respeto a las instituciones, y utilizando el totalitarismo de un líder como vehículo de ideas vacías, en fin, eso conocido como "La Tercera Vía". Hoy, mal que me pese, no logro diferenciarlo del peronismo de Perón y no puedo ver en este gobierno más que la consecución de los objetivos del General en sus máximas expresiones. No falta un rival, el chivo expiatorio culpable de cualquier atraso que nos acompaña por años, han sido los judíos, es y fue la oligarquía golpista.
Golpean a puño cerrado cualquier resto de República, no han dejado resquicio democrático y lo hacen a la vista de todos porque nada les importa más que reforzar el estado fascista que supieron construir cuales ingenieros de lo social que todo han planificado; la intención de Cristina o de Néstor no es edificar un nuevo país bajo los preceptos de la democracia, el único fin que los mantiene en el poder es lograr el liderazgo a través de la demagogia y el totalitarismo, como ya vimos en experiencias fascistas pasadas, es un déjà vu que no tiene nada que envidiarle a Mussolini. Están cegados de poder y saben que la única manera de mantenerse en él, es mediante el silencio y la pasividad de los que ven pero no se involucran, a través de los sectores que no tienen nada que perder pero pueden ganar un plan social o un electrodoméstico, la costumbre ha terminado de demoler la razón, quiero dejarle estas cuestiones a la psicología porque excedieron cualquier comprensión a nivel político, si de democracias convencionales hablamos. En palabras de Tocqueville, es importante estar alerta a las intromisiones del estado en las pequeñas libertades porque eso prepara el terreno para los grandes avasallamientos. Los ingenieros sociales siempre comienzan sus excursiones en aspectos que pasan inadvertidos, envueltos en una retórica aparentemente inofensiva que habitualmente rebasa en buenas intenciones, pero cuando el rostro de la arrogancia aparece nítido suele ser demasiado tarde para la reacción.
1 comentario:
muy buen artículo, y muy buen blog, los agregué a mi blogroll, saludos
Don Tiburcio.
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