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Si algo han llevado al ridículo los promotores de la prensa políticamente correcta en este país, es la caracterización de la tan llamada "derecha". Los políticos de derecha en este país tienen las mismas probabilidades de ser retratados objetivamente por la prensa que los empresarios en el cine de propaganda soviético. Cuando veo estos informes manipulados para mostrar supuestas contradicciones o frases que ellos consideran casi delictivas dentro de su código pseudoprogre, me pregunto cuánto falta para que aparezca la música característica de Darth Vader en Star Wars, y la pantalla se llene de tinieblas.
Y como es claro que la palabra liberal o neoliberalismo ya no les sirve en su discurso de ataque, porque se les acabaron los políticos con esa denominación, buscan calificar a gente que hace tres meses fue kirchnerista dentro de una "alianza de la derecha". Realmente desconozco si el dinero llega con fluidez desde Olivos hacia los dos principales canales de aire, pero sería demasiada casualidad que justo el mismo día y en el mismo horario, los dos canales refloten un fragmento de un programa de Mariano Grondona de hace algunas semanas donde el periodista bromea junto con Hugo Biolcati sobre la posibilidad -ya instalada entre cualquiera que hable de política argentina con seriedad- de que Cristina no termine su mandato. Los dos programas no dudaron en calificar el diálogo como "peligroso", e incluso Chiche Gelblung comentó que las palabras de Biolcati le recordaban los comandos civiles, transmitiendo fielmente el discurso oficial.
No entenderé nunca la paranoia del progresismo por las alteraciones de la democracia y los supuestos "golpistas" especialmente cuando ellos forman parte de la corporación política que volteó a De la Rúa, el presidente que recibió el mayor número de votos desde 1983 a la fecha, y lo hicieron sin pestañear. Al parecer para ellos todos los golpes son producto de un agente indefinido llamado "la derecha". No importa que el peronismo haya apoyado o participado de varios golpes en los últimos sesenta años. Su naturaleza popular lo exime de toda culpa.
Viendo la línea argumental de los ataques contra Grondona, parece que la nueva víctima de los informes sponsoreados por el gobierno serán los golpistas y reconocidos agentes de la CIA, los editores de The Economist. Ellos dijeron lo mismo que Grondona y Biolcati, inclusive en un tono bastante serio. Pero dudo que la hayan leído alguna vez.
ACTUALIZACIÓN 29/4: Ahora la propia Cristina lo dijo, horrorizada por los comentarios de Grondona y Biolcati. Quizás estemos ante un caso de doble personalidad, pero ¿se trata de la misma presidente argentina que tuvo intenciones de renunciar el día después del rechazo de la 125 en el Senado? Y como bien recuerda Claude, ¿se trata del mismo gobierno que manda a Emilio Pérsico a decir que si pierden las elecciones se van? Dejen de ver golpistas en el ojo ajeno, por favor...
domingo, 26 de abril de 2009
sábado, 11 de abril de 2009
"Il Duce"
Publicadas por
Ayn Rand
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No quería sentarme a escribir un nuevo artículo porque realmente no sabía por donde empezar desde hace bastante tiempo. No distingo donde comienza y termina nada, y sin embargo había creído que vivíamos en un sistema que intentaba asemejarse a una República, para no ser tan ambiciosa, algo que quería parecerse a una democracia básica si se quiere, democracia a medias a la que fuimos acostumbrándonos porque era lo que había y “es lo que hay”. El peronismo se regenera en la estupidez, el kirchnerismo es una circunstancia del peronismo histórico que pretendió siempre llegar a los diferentes sectores a través de la aplicación de un estado fascista, corporativista, sin respeto a las instituciones, y utilizando el totalitarismo de un líder como vehículo de ideas vacías, en fin, eso conocido como "La Tercera Vía". Hoy, mal que me pese, no logro diferenciarlo del peronismo de Perón y no puedo ver en este gobierno más que la consecución de los objetivos del General en sus máximas expresiones. No falta un rival, el chivo expiatorio culpable de cualquier atraso que nos acompaña por años, han sido los judíos, es y fue la oligarquía golpista.
Golpean a puño cerrado cualquier resto de República, no han dejado resquicio democrático y lo hacen a la vista de todos porque nada les importa más que reforzar el estado fascista que supieron construir cuales ingenieros de lo social que todo han planificado; la intención de Cristina o de Néstor no es edificar un nuevo país bajo los preceptos de la democracia, el único fin que los mantiene en el poder es lograr el liderazgo a través de la demagogia y el totalitarismo, como ya vimos en experiencias fascistas pasadas, es un déjà vu que no tiene nada que envidiarle a Mussolini. Están cegados de poder y saben que la única manera de mantenerse en él, es mediante el silencio y la pasividad de los que ven pero no se involucran, a través de los sectores que no tienen nada que perder pero pueden ganar un plan social o un electrodoméstico, la costumbre ha terminado de demoler la razón, quiero dejarle estas cuestiones a la psicología porque excedieron cualquier comprensión a nivel político, si de democracias convencionales hablamos. En palabras de Tocqueville, es importante estar alerta a las intromisiones del estado en las pequeñas libertades porque eso prepara el terreno para los grandes avasallamientos. Los ingenieros sociales siempre comienzan sus excursiones en aspectos que pasan inadvertidos, envueltos en una retórica aparentemente inofensiva que habitualmente rebasa en buenas intenciones, pero cuando el rostro de la arrogancia aparece nítido suele ser demasiado tarde para la reacción.
Golpean a puño cerrado cualquier resto de República, no han dejado resquicio democrático y lo hacen a la vista de todos porque nada les importa más que reforzar el estado fascista que supieron construir cuales ingenieros de lo social que todo han planificado; la intención de Cristina o de Néstor no es edificar un nuevo país bajo los preceptos de la democracia, el único fin que los mantiene en el poder es lograr el liderazgo a través de la demagogia y el totalitarismo, como ya vimos en experiencias fascistas pasadas, es un déjà vu que no tiene nada que envidiarle a Mussolini. Están cegados de poder y saben que la única manera de mantenerse en él, es mediante el silencio y la pasividad de los que ven pero no se involucran, a través de los sectores que no tienen nada que perder pero pueden ganar un plan social o un electrodoméstico, la costumbre ha terminado de demoler la razón, quiero dejarle estas cuestiones a la psicología porque excedieron cualquier comprensión a nivel político, si de democracias convencionales hablamos. En palabras de Tocqueville, es importante estar alerta a las intromisiones del estado en las pequeñas libertades porque eso prepara el terreno para los grandes avasallamientos. Los ingenieros sociales siempre comienzan sus excursiones en aspectos que pasan inadvertidos, envueltos en una retórica aparentemente inofensiva que habitualmente rebasa en buenas intenciones, pero cuando el rostro de la arrogancia aparece nítido suele ser demasiado tarde para la reacción.
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